Bugatti no cree en la velocidad eléctrica

Motor W16 8.0 de Bugatti

Stephan Winkelmann, el hombre de las riendas en Bugatti, no es ajeno a la velocidad. Antes manejó a Lamborghini en su último papel, y hoy día los autos deportivos son más potentes. Winkelmann sabe de caballos de fuerza y tiene planes para Bugatti, pero su rumbo no son los automóviles eléctricos.

Mientras su empleador previo comienza a trabajar en la electrificación de superdeportivos mediante capacitores de alto rendimiento, Winkelmann no ve la necesidad de un Bugatti sea híbrido siquiera. El motor de combustión interna es el "camino correcto para nosotros", declaró el CEO.

"El motor de combustión es el tren motriz de última generación", dijo Winkelmann. ¿La razón? La potencia es ilimitada, la aceleración es increíble y los trenes eléctricos agregan demasiado peso. También podría requerir una distancia entre ejes más larga, reveló, sobre la aventurada electrificación del Chiron actual.

Sin embargo, Winkelmann señaló que Bugatti se toma muy en serio su responsabilidad ecológica. Para compensar las emisiones de CO2 de su hipercoche, y de las fábricas que producen el Chiron, el equipo está trabajando en un proyecto de reforestación con funcionarios franceses para plantar más de 4,000 árboles. Eso es hoy, y el esfuerzo continuará con otras medidas en el futuro.

Stephan Winkelmann

Bugatti está acostumbrada a lograr grandes cosas con motores de combustión interna. En septiembre, la máquina W16 de 8.0 litros con turbocompresor cuádruple de la marca ayudó a un Chiron experimental a convertirse en el primer automóvil de producción en romper la barrera de los 480 kilómetros por hora. Si bien Bugatti afirma que el Chiron podría haber ido más rápido que los 190 kilómetros por hora registrados, Winkelmann dice que Bugatti ya tuvo suficiente con los récords de velocidad máxima, al menos mientras él esté al mando.

Romper dicho récord fue una hazaña de ingeniería para Bugatti, una "demostración tecnológica". Pero, de acuerdo a  Winkelmann, no hay cambio de ingeniería real alguno que ocurra al alcanzar 530 o 550 km/h. Eso no quiere decir que Bugatti no esté mirando al porvenir.

Bugatti comercializa un sólo producto: el Chiron. Winkelmann cree que es el momento de ofrecer una segunda línea de modelos, ya que "Bugatti puede hacer mucho más que un solo automóvil o un modelo". Irónicamente, probablemente el próximo Bugatti sea eléctrico.

Si bien Winkelmann consultará con la junta directiva de la compañía para decidir cuál será la segunda línea de modelos de Bugatti, señaló que visualiza un cuatro plazas totalmente eléctrico con una posición de asiento más alta y más distancia al suelo que un sedán. No se trataría de una SUV. Más bien, lo ve como un vehículo "para todo clima".

Muchos amaron el concepto Galibier de Bugatti mostrado en 2009, pero Winkelmann afirmó que este no inspirará el próximo modelo de producción de la firma. El Galibier era una "limusina" (en realidad era un hatchback) de cuatro asientos con el conocido motor W16 de 8.0 litros de la marca. 

Chiron y Galibier

Winkelmann considera que el segmento sedán está cayendo: para hacer un automóvil de tal tipo, Bugatti tendría que crear una versión de distancia entre ejes larga para los mercados de América del Norte y Asia además de uno distancia entre ejes corta para Europa. En opinión de Winkelmann esto no está de acuerdo con la filosofía de Bugatti.

Tal parece que para Bugatti claramente el desarrollo de automóviles eléctricos es más una imposición ética-comercial del presente que el futuro del automovilismo, y que los conflictos derivados de tal transición son más ideológicos que técnicos para una marca que no haya nada imposible. Pronto veremos modelos eléctricos de Bugatti, simplemente no deportivos, porque algunos principios estéticos no se pueden comprometer en nombre del desarrollo tecnológico o la salvaguarda del planeta.

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