Otros 3 consejos de conducción poco conocidos que pueden salvarte la vida
Tres tips más para que tus destinos nunca sean fatales
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No te preocupes, nosotros nos preocupamos por tu seguridad
Te dimos tres consejos de conducción, no hace mucho, para que optimizes tu seguridad al volante en las condiciones del tráfico de nuestros días. Si no los has aplicado aún ¿qué haces leyendo esto? Si ya los tomaste en cuenta pero estás gritando “¡no me siento seguro aún!” no te desesperes, aquí hay tres consejos de conducción segura más que pueden salvarte la vida en tráfico.
El freno de mano deja de servir si no lo usas
Ya estás lo suficientemente grande, es decir: si manejas, como para saber que nada es para siempre. Sin embargo, algunas cosas ni siquiera llegan a la primera vez si las dejas ociosas el tiempo suficiente. Toma en cuenta el freno estacionario o “de mano” de tu automóvil, por ejemplo. Seguramente estás al tanto de que la función de esta palanca es inmovilizar el eje trasero, resistiendo así la tracción del automóvil por impulsos internos o externos. Lo que quizá no sabes es que este efecto es logrado por cables de acero y no con el sistema hidráulico del pedal del freno. Y los cables de acero se oxidan si no se mueve, el óxido los corroe, y las corrosión puede pulverizarlos.
Muchas personas utilizan el freno de mano simplemente cuando van rumbo al Ajusco o al Desierto de los Leones para que la gravedad no los arrastre a la defensa del automóvil que viene detrás, y lo dejan puesto si deben dejar estacionando el auto en la pendiente. Pero la utilidad del freno de mano no es simplemente permitir que los automóviles se queden estacionados en pendientes sin que se vayan cuesta abajo como en comedia inglesa. También es auxiliar en el frenado de emergencia si los frenos regulares fallan a medio camino por cualquier razón casual o malévola.
De tal manera que si compraste tu auto cuando el dólar estaba en 13 pesos y nunca usas el freno de mano no estaría de sobra que le echaran un ojo a su estado, así como que lo empieces a usar siempre aunque vivas en Guanajuato.
Ahora y siempre
Presta más atención al tráfico que a los señalamientos
En realidad, a todos nos gusta delegar nuestras responsabilidades. Es cómodo y hasta satisfactorio comprobar que uno “no tiene la culpa”, y en esta época de GPS ni siquiera la responsabilidad de planear una ruta o (des)conocer una ciudad. Desde antes, los señalamientos viales han servido a generaciones de conductores para deslindar y adjudicar responsabilidades. Pero confiar tu seguridad a lo que dice (o no dice) un letrero en un poste quizá no sea la mejor estrategia.
Piensa en lo siguiente: si una incorporación tiene un señalamiento que indica “uno y uno” y sin embargo el automóvil frente tuyo se pasa para encontrarse de frente con una explosión de lámina y cristales, probablemente lo primero que podrías afirmar es que todo paso por no prestar atención al señalamiento. Sin embargo, si no hubiera letrero, todo mundo manejaría con mayor precaución sin dar por hecho su turno. De cualquier modo siempre va estar el desquiciado que maneja como si estuviéramos jugando Mario Kart, pero al menos lo vas a ver venir.
También es importante que anticipes los imprevistos poniendo atención más allá de la defensa y placa que tienes enfrente. Amplia tu campo de visión hasta dos coches por enfrente de ti para identificar cambios de carril forzosos, asentamientos intempestivos y hasta colisiones inminentes.
¿Entonces cómo?
No apachurres los frenos si se te revienta una llanta a media carretera
La reacción por excelencia a cualquier eventualidad en el camino es brincar sobre el pedal del freno como si fuera un bote de basura rebosante, y en la mayoría de los casos tal modo de actuar es absolutamente correcto. Sin embargo tal no es el caso si vas devorando la carretera a 140 kilómetros por hora y de repente escuchas una explosión como los cuetes del 12 de diciembre.
Si una llanta se te revienta a alta velocidad es muy probable que tu instinto reptil te impulse a presionar el pedal del freno con todo tu cuerpo y alma, pero esto puede provocar que pierdas el control del volante y, en el peor de los casos, que te vuelques. Cuando un neumático estalla a alta velocidad hace que el automóvil se pandee dentro del carril, si rueda afectada es una de las traseras es muy probable que pierdas el control de tu vehículo.
La solución parece desafiar el sentido de supervivencia: presionar el acelerador. Pero no tienes que pisarlo como cuando rebasas a los peseros que suben a tu colonia, sólo presionarlo firmemente un par de segundos para que el impulso te ayude a estabilizar el automóvil. Tienes que girar gentilmente hacia el lado del neumático destrozado. Esto permitirá que puedas frenar suavemente.
Imagen real del redactor quedándose sin frenos
Con estos consejos ya sabes todo lo que tienes que saber para conducir de manera segura y cuidar tu vida.
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